El espacio íntimo... Ronchamp

Nacido en la localidad de La Chaux-de-Fonds, en Suiza, Charles Edouard Jeanneret-Gris; nacionalizado más tarde francés y conocido mundialmente como Le Corbusier; fue uno de arquitectos más influyentes del siglo XX, además de gran teórico del arte, diseñador y pintor. Le Corbusier (que se podría traducir de forma libre por "el cuervo") tomó este sobrenombre como deformación humorística del apellido de su abuelo materno, Lecorbésier.

Le Corbusier

La gran obra de este arquitecto, exponente como ninguno de los postulados del Racionalismo o Movimiento Moderno, da para muchísimas páginas y entradas. Pero este es un blog de sueños, sentimientos y sensaciones ante ese gran arte que los insignificantes ladrillos ayudamos a crear. Es por ello que Javier me sigue animando a repasar las obras que llenan de sentido su pasión por la arquitectura. Y he aquí una de las obras que más le emocionan, que más veces ha recorrido en su imaginación por no haber tenido aún la oportunidad de hacerlo en persona. La capilla de Notre Dame du Haut, cerca de Ronchamp, Francia.

Vista general de Notre Dame du Haut

Notre Dame du Haut (Nuestra Señora del Alto) se encuentra sobre una colina en la que ya en época medieval existía una iglesia de perigrinación para lo lugareños. Destruida durante la Segunda Guerra Mundial, una comisión decide la construcción de un nuevo edificio. Resulta curioso que para este edificio católico se designase a un arquitecto ateo de madre protestante. Esto llevaría más tarde a buena parte del clero francés más tradicionalista a elevar un sinfín de críticas contra la obra.

Le Corbusier, en principio reacio a ejecutar el encargo, llegó a la colina, miró el horizonte hacia los cuatro puntos cardinales, hacia sus curvas y paisajes... Y aceptó. Corría el año 1950 y él contaba ya con 63 años.

El arquitecto ateo inició su personal reflexión sobre la dimensión de la oración y del hecho religioso, soñando un espacio íntimo. El teórico de la arquitectura en serie como "máquina a habitar" entendió que la obra debía responder a su ubicación, lejos de arquetipos, formas lineales y seriadas.

Planta de la capilla

La planta de la capilla es de una enorme simplicidad. Consta de una nave principal y tres capillas secundarias. La nave, recogida entre los dos muros principales de la edificación, se ilumina a través de huecos de diverso tamaño y en diversas posiciones que regulan la entrada de luz y generan la intimidad necesaria para la oración. Las tres capillas, con suficiente independencia como para poder celebrar oficios simultáneos, reciben luz desde tres torres semicilíndricas terminadas en pequeñas cúpulas semiesféricas.

Vista del muro lateral con los huecos de iluminación y de la torre principal

Vista conjunta de las tres torres que iluminan a las capillas secundarias

El espacio íntimo iluminado por los huecos de distintas dimensiones

Los muros, de formas curvas y de grosores desmedurados, no son portantes (no sustentan el edificio) y sólo recubren una estructura interior de pilares de hormigón armado que sí sustentan la cubierta de hormigón que se curva hacia el cielo. En los muros, que conducen el recorrido del peregrino y dan una profundidad increíble a los huecos de iluminación, se emplearon las piedras de la iglesia destruída. Entre la curvatura de la colina y la de la cubierta, entre el cielo y el suelo, se encierra el espacio íntimo. Para rematar el edificio, este cuenta con un altar exterior a cuya izquierda se abre el hueco entre las dos curvaturas principales de los muros, acogiendo al peregrino.

Vista de la nave principal hacia el altar

Otra vista de la nave principal

Vista de la nave desde el altar

La obra se culminó en 1955 y recibió tanto críticas como alabanzas. Las críticas llegaron incluso de personas cercanas a la arquitectura del Movimiento Moderno porque pensaban que su teórico principal había "traicionado" sus propios postulados. A Javier la obra le ha parecido siempre maravillosa.

Lugar de las celebraciones al aire libre

Hoy, la capilla de Notre Dame du Haut recibe más de 80.000 visitas en "peregrinaje arquitectónico" al año, siendo considerado uno de los hitos más importantes de la arquitectura del siglo XX.

¡Qué suerte la de una de las simples piedras que forma parte de esta maravilla! Mientras llega mi ocasión, seguiré soñando con ser parte de algo tan bello como esto.
 
Os dejo la dirección de la página principal de la capilla. Está en francés y contiene fotografías muy interesantes de la construcción. http://www.chapellederonchamp.fr/

1 comentario:

Alejandro Muñoz dijo...

Maravillosa entrada, Ladrillo.

Para mí, Ronchamp, representa una fabulosa ermita... una inigualable catedral rural.